Autor: ROMULO GUSTAVO RUIZ DE CASTILLA
Los acontecimientos
políticos en Egipto y los previos en Argelia, Marruecos, Sudán, Yemen y Tunez
evidencian que algo sucede en los países árabes
Quizá el
desencadenante tiene motivos como el desempleo, el alza de los precios de los
alimentos, crisis económica y corrupción, aunque podría ser algo que integra todo
ese descontento en el cansancio social de soportar año tras año una misma
situación sin alternativa de cambio.
Las consecuencias
tienen relación con el llamado péndulo político que hace que a gobiernos "progresistas" le sucedan gobiernos fundamentalistas y a la inversa.
En el caso de
Egipto con un gobernante entronizado en el poder por treinta años no tanto con
la anuencia, pero si con la vista gorda de Europa y Estados Unidos, es posible
y no tan lejano que le pueda suceder un gobierno autoritario nacionalista o con
una tendencia muy fuerte al fundamentalismo religioso.
Transitando la
segunda década del siglo XXI en la cual, la revolución tecnológica ha acelerado
los cambios y ha conseguido difundir la sensación de inmediatez y velocidad en
todos los sectores, es evidente que los gobiernos autoritarios atornillados al
poder en cualquier parte del mundo no se ajustan a estas tendencias
universales, que aunque con contadas excepciones, no sin padecimientos en sus poblaciones, finalmente terminan por
cumplirse.
El gobierno que
sucederá a Mubarak en Egipto, siendo "progresista" o "conservador", deberá adaptarse de
alguna forma a los plazos y tiempos contemporáneos para poder continuar y
permanecer.
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