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11.03.2021

LA DEMOCRACIA INTELIGENTE. IDEAS SOBRE LA DEMOCRACIA ACTUAL

 INTELLIGENT DEMOCRACY. IDEAS ABOUT CURRENT DEMOCRACY

 



AUTOR: ROMULO GUSTAVO RUIZ DE CASTILLA

cronicasglobales.blogspot.com

email: gusruizd@gmail.com

ORCID: 0000-0002-0601-8864

 

 

Se puede reproducir citando autor y fuente

 

ABSTRACT

Democracy as a system is understood as the government of the people through their freely elected representatives, however, it is common to find different definitions, generally based on their characteristics, qualities and particularities. In this brief text we review some of these conceptions, in the reflection of better understanding the ideal of a democracy that must be intelligent to adapt for the benefit of society, improve and sustain itself over time.

RESUMEN

La democracia como sistema se entiende como el gobierno del pueblo a través de sus representantes libremente elegidos, no obstante, es común encontrar diferentes definiciones, fundamentadas generalmente en sus características, cualidades y particularidades. En este breve texto revisamos algunas de estas concepciones, en la reflexión de entender mejor el ideal de una democracia que debe ser inteligente para adaptarse en beneficio de la sociedad, perfeccionarse y sostenerse en el tiempo.

 

 

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CONTENIDO

 

-Introducción

-Interpretaciones de la democracia

-Democracia efectiva y verdadera

-Democracia inteligente o la inteligencia de la democracia

-Conclusiones

-Referencias bibliográficas

 

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INTRODUCCION

La democracia en el sentido clásico occidental, significa literalmente poder al servicio del pueblo, y como es bien conocido, puede establecerse como el sistema político en el cual, la soberanía o poder colectivo de gobierno, se instituye y organiza en el conjunto ideal de personas de un Estado o pueblo, quien la ejerce y dispone directamente o por medio de representantes. (RAE, 2020)

En su teoría sobre las formas de gobierno, Aristóteles, ya afirmaba que lo substancial en el sistema político, no residía en quién establecía el poder, sino a quién beneficiaba. Por ello diferenciaba entre formas legítimas de gobierno y desviaciones o corrupciones. Eran fórmulas legítimas, cuando su función buscaba el beneficio de la colectividad, así, podría eventualmente corresponder a un individuo, sea este rey o monarca, sería el caso de la monarquía; cuando el poder, concernía a varios virtuosos elegidos por la virtud y el mérito, se trataba de la aristocracia; cuando este poder correspondía a muchos pobres y ricos, sería la república, una combinación de oligarquía y democracia. En contraste, eran formas ilegítimas de gobierno o desviaciones, cuando su intención era el provecho del gobernante: si correspondía a un ciudadano, era el caso de la tiranía, si era un grupo de adinerados se trataba de una oligarquía, y en el caso de la democracia, un conjunto mayoritario de pobres gobernaba contra una minoría de ricos, una desviación o corrupción de la República, aunque la más moderada. Así, según esta concepción, la mejor forma de gobierno se establecía en el término medio, en el centro ideal, entre república y aristocracia. Aunque, para Aristóteles, la democracia se fundaba en la libertad de una mayoría, no constituía la mejor forma de gobierno. (Suarez-Iñiguez, 2005) (Cruz Prados, 1988)

 

INTERPRETACIONES DE LA DEMOCRACIA

La democracia es el sistema que permite que lleguen al poder los ignorantes, analfabetos y corruptos, decía Marco Aurelio Denegri citando a George Bernard Shaw. Replanteando la frase, para Denegri, la democracia podía ser el sistema por el cual, una masa o mayoría de ineptos, elegía una minoría de corruptos. Ciertamente, la democracia puede degenerar en un régimen donde el robo es institucionalizado y en el que todos los niveles del poder están corruptos, es decir una Cleptocracia, o puede ser igual que la dictadura, por incompetente, incapaz y delictiva, una Kakistocracia. La única diferencia con la democracia, como señalaba Popper, es que para salir de una dictadura se necesita la fuerza y la violencia, mientras que, para la democracia, el cambio sucede periódicamente cada cierto número de años, a través de elecciones. (Denegri, elcomercio.pe, 2017) (Denegri, 2014)

“La democracia es el peor de todos los sistemas políticos, a excepción de todos los demás”, esta conocida frase de Winston Churchill, en un discurso de 1947, sintetiza muy bien la general percepción, que no obstante sus notables debilidades y carencias, el mejor sistema político conocido es la democracia. (Valaskakis, La democracia y sus mitos, 2009)

Se han suscitado varias interpretaciones de la democracia, como aquella que sostiene que la democracia es el más perfecto de todos los sistemas políticos imperfectos, pero también se comprueba con claridad que la democracia, no es el gobierno de los mejores y de los más sabios, pues ese gobierno sería una meritocracia, tampoco es el gobierno de las élites, porque sería una oligarquía, no es el gobierno de los ricos, pues sería esta una plutocracia, tampoco la democracia sería el gobierno de las masas, de la muchedumbre o de la turba, en tanto, ésta sería una oclocracia, aunque, en el sentido más justo y neutral, se acercaría más bien a esta definición.

Muchas de las confusiones acerca de la democracia, sus reglas y ordenamientos, reposan dice Suarez-Iñiguez, en las inexactas interpretaciones sobre la relación entre mayorías y minorías. La democracia no es exclusivamente un gobierno de las mayorías, en tanto el respeto a las minorías es un derecho democrático difundido y actual, y tampoco significa que las mayorías deban someterse ante las minorías. La democracia debe funcionar sobre un sistema orgánico y racional de accesos y cerraduras, asimilaciones y razonables transformaciones, en el cual, los ciudadanos comunes deben ejercer alguna forma de vigilancia y presión sobre los sistemas y los dirigentes, de manera que estos no se excedan en sus funciones y prácticas. (Suarez-Iñiguez, 2005)

El gobernante debe cumplir con los términos y límites jurídicos para los que fue elegido y debe hacerlo de acuerdo con las reglas establecidas constitucionalmente, con honestidad y transparencia, sin intentar cambiarlas o reemplazarlas sobre la marcha, de acuerdo a eventuales intereses. Como decía Rousseau, la voluntad general de la ciudadanía debe armonizarse con la del gobierno, en tanto el gobierno no es autónomo y soberano, sino como legitimado representante de la colectividad organizada. Si un gobierno tiene una administración desacertada, ya no es elegido en la siguiente elección, o en caso extremo, podría ser legalmente relevado o destituido, la potestad de la alternancia y cambio en el poder es uno de los pilares de una democracia inteligente, pero también a través de tergiversaciones y argucias, una de las condiciones más agraviadas. (Suarez-Iñiguez, 2005)

Si la democracia, es el gobierno que representa a la sociedad y busca su servicio y beneficio, debe también reivindicar como fin y meta inicial, el establecimiento de la justicia en la aplicación de la ley y el ejercicio de la libertad para todos. En segundo término, como sostenía Montesquieu, debe buscar la igualdad ante la ley y debe establecer una distribución eficaz y adecuada de la riqueza. En tercer lugar, la democracia requiere generar reglas claras para establecer una relación armoniosa y conveniente entre minorías y mayorías. (Suarez-Iñiguez, 2005)

 

DEMOCRACIA EFECTIVA Y VERDADERA

Los principios de libertad e igualdad son afines a la definición de democracia, no obstante, como bien decía Denegri citando a Curzio Malaparte, la igualdad cuando hay necesidad y pobreza, es esclavitud, mientras la igualdad, no es posible de cumplirse efectivamente, puesto que el ser humano no es igualitario, sino más bien tiene una propensión innata a la desigualdad y a la jerarquía, de modo que unos toman el mando y otros aceptan ser sometidos. (Denegri, elcomercio.pe, 2017) (Denegri, 2014)

Demasiadas veces el deseo de libertad genera exceso de libertad, que se ciega por intereses particulares, un fecundo ambiente para la manipulación de las mayorías por minorías y también para formas de tiranía mediáticas. El miedo es aprovechado y la mayoría sin sentirlo cede ante un tirano, demagogo individual o colectivo, que se establece como protector. (BBC news, 2021) (Denegri, 2014)

La democracia verdadera en la cual se desarrolla la justicia, la libertad y la igualdad, es un ideal, nunca ha existido, porque como decía Denegri, es un futurible, un arquetipo siempre anhelado y siempre en proceso de formación y consolidación. (Denegri, elcomercio.pe, 2017) (Denegri, 2014)

La percepción de la democracia como transcurso, desarrollo y proceso, es más cercana a la real y genuina, que la percepción de la democracia como hecho, como realidad consumada y establecida. La democracia, según establece Francisco Miró Quesada, en estricto, sería incompatible con las clases sociales, puesto que una sociedad clasista no es verdaderamente democrática, de este modo sería incompatible con el capitalismo y el imperialismo, aunque también con el socialismo y el comunismo, puesto que predican una dictadura o dominación clasista del proletariado. El hecho de que las democracias actuales o pseudodemocracias coexistan con todo lo antedicho, según Denegri, es revelador de su falta de autenticidad. Y aunque la democracia es un proceso imperfecto y variable, como bien señala este autor, es quizá el único que puede ser rectificado y perfeccionado cada cierto periodo y actualizado mediante nuevos actores. Más aún, el mismo sistema dispone y legitima un cambio estructurado y organizado que, sin quebrantar el orden, puede modificarlo de manera substancial. En ese sentido, podríamos decir con alguna reserva que la democracia y la Constitución, no están establecidas en letras de piedra, que se destruyen al intentar modificarlas, aunque, si quizás en letras de metal, que idealmente pueden transformarse en forma radical, lo cual significaría su fundición y moldeado bajo otros patrones o tipos, pero solo después de un prolongado y complicado proceso. (Denegri, elcomercio.pe, 2017) (Denegri, 2014) (Gargarella, 2018) (Valaskakis, La democracia y sus mitos, 2009) (Arias López, 2013)

 

DEMOCRACIA INTELIGENTE O INTELIGENCIA DEMOCRATICA

Una democracia inteligente, aunque imperfecta y cambiante en estos tiempos de inteligencia artificial, es en principio una democracia efectiva, en tanto es participativa, gobierna y administra en función de los intereses de los ciudadanos y toma decisiones en directa correspondencia con los actores sociales. En segundo lugar, una democracia inteligente es dialogante, entre todos los sectores y grupos de interés implicados. En tercer término, una democracia inteligente, trasciende los circunstanciales hechos del momento y toma decisiones efectivas y racionales en el largo y mediano plazo. Y, en cuarto lugar, una democracia inteligente, cumple con los acuerdos alcanzados, asimila las manifestaciones de la mayoría y establece una posición que es acatada y respetada por los sectores involucrados. Siguiendo esa reflexión, distinguir el interés de los grupos ideológicos, financieros u otros, del interés público, como bien dice Valaskakis, es otra característica básica, una misión compleja y ardua, pero factible y posible, a través de una labor conjunta de eficaces instituciones y activos líderes democráticos. (Valaskakis, La democracia y sus mitos, 2009) (Garce, 2021)

La infalibilidad del pueblo, es una ficción doctrinaria que ha persistido en el imaginario occidental, aún en el día de hoy cuando la opinión pública aparece cambiante, variable y caprichosa, conducida y dirigida por las encuestas, sondeos, los opinantes mediáticos o líderes de opinión y medios informativos, que intervienen y modifican el parecer o manifestación social, de acuerdo a sus intereses. No obstante, es evidente por los estudios sociales más confiables, que la "opinión pública" que sólo es la opinión de una ocasional mayoría, manifiesta una tendencia hacia la respuesta negativa, en tanto se protege en la seguridad del statu quo, o en otro caso, puede ser inducida por el miedo al cambio; por ello las preguntas en las consultas populares, sean plebiscitos o referendos, deben ser muy bien realizadas o se obtendrán respuestas a veces insólitas y extrañas, tal y como ocurrió en Reino Unido con el denominado BREXIT, celebrado en 2016, que finalmente no expresó la voluntad general.

Este ideal según el cual, el pueblo tiene siempre la razón, se puede preservar y mantener doctrinariamente, si a cambio se dejan las decisiones más problemáticas a representantes bien elegidos, que llegan a conclusiones luego de consultas y deliberaciones especializadas, y se reduce el número de decisiones colectivas que se puedan acceder mediante las consultas directas u otras semejantes, que como decíamos, reflejan opiniones superficiales o solo momentáneas. (Valaskakis, La democracia y sus mitos, 2009)

En la sociedad presente, en la cual, con alguna frecuencia, grupos y colectivos se imponen sobre las mayorías a través del manejo de la información, donde la delincuencia común y la corrupción de los funcionarios del Estado, se vuelven ordinarias y habituales, la ciudadanía debe actuar de manera inteligente, prudente y vigilante para resguardar sus derechos. Por ello, se debe incidir en el desarrollo de la inteligencia de la democracia o inteligencia democrática, que en gran parte es legítimamente preventiva. En ese escenario, como intuye Innerarity, la concepción de democracia parece quedar desfasada, en tanto se abandona aquella teoría newtoniana clásica de democracia de pesos y contrapesos gravitatorios, hacia una teoría política de inteligencia democrática, justificada tanto en procesos orgánicos de asimilación, acomodación y adaptación, como en dimensiones y evaluaciones no orgánicas o no biológicas de analítica, razonabilidad e inteligencia social. (Innerarity, elpais.com, 2019) (Innerarity, elpais.com, 2020)

La estabilidad de una democracia inteligente y duradera, al margen de teorías políticas e ideologías, como decíamos, no determina una democracia y una Constitución estáticas o inmutables, sino una situación y una realidad que acepta el dinamismo de los tiempos, en directa coherencia con las alternativas institucionales previstas y establecidas de innovación y reforma constitucional. La salvaguarda del sistema democrático, de ninguna manera debe transferirse a agentes sociales paralelos o adyacentes al ordenamiento constitucional, sino mediante la vía institucional, a través de los organismos correspondientes; desde la propia organización constitucional, utilizando los canales democráticos, divulgativos y formativos, no solo para su misma sobrevivencia como Estado de derecho, sino también, para limitar los excesos propios y provenientes de los discrepantes y disidentes del sistema, así como de las cíclicas asonadas violentistas, que van a intentar, de tiempo en tiempo, modificar y debilitar el orden democrático. (Arias López, 2013) (Gargarella, 2018) (Valaskakis, La democracia y sus mitos, 2009) (O'Donnell, 2012)

Podemos establecer que, sin una democracia inteligente, predecible y prudente, la auto destrucción de la sociedad es inminente; modificar los principios de libertad e igualdad y quebrar los acuerdos y los candados, es “dispararse a los pies” y solo el inicio de una destrucción anticipada. (Garce, 2021)

Una nueva Constitución periódica, tiene un costo social muy alto, significa años de creación, adaptación y reformas para conseguir un cuerpo jurídico consensuado y adecuado, un tiempo formativo y de perfeccionamiento que prolongadamente, no pueden permitirse las sociedades. Un conjunto de llaves y cerraduras, adaptaciones y asimilaciones prácticas, así como procesos e impedimentos cognitivos y jurídicos, garantizan la seguridad democrática, mantienen la periódica alternancia y la estabilidad, frente a coyunturales cambios y transformaciones que se realizan en los márgenes del orden jurídico, siempre en el conjunto de un organismo jurídico estructurado, sin necesidad de reiniciar o refundar completamente el proceso, con todos los efectos y consecuencias de inseguridad e incertidumbre que se producen. (Arias López, 2013) (Gargarella, 2018) (Valaskakis, La democracia y sus mitos, 2009) (O'Donnell, 2012) (Ruiz de Castilla, 2021)

Como señalábamos, una democracia inteligente, debe ser esencialmente prudente, racionalmente estable y jurídicamente preventiva. Aunque muchas veces se ha dicho, es labor activa y previsora de las democracias inteligentes, desde sus instituciones y entidades, crear y mantener las condiciones jurídicas, directivas, formativas y mediáticas, para que sus ciudadanos reconozcan, acepten las normas y reglas, las cumplan y las hagan cumplir. (Valaskakis, La democracia y sus mitos, 2009) (Arias López, 2013) (Gargarella, 2018) (O'Donnell, 2012) (Ruiz de Castilla, 2021)

 

CONCLUSIONES

-La democracia puede establecerse como el sistema político en el cual, la autoridad reside en el conjunto de personas de un Estado, que generalmente ejerce esta soberanía a través de representantes electos.

-La democracia es un sistema imperfecto, que viene a ser quizá el único que puede ser rectificado y actualizado cada cierto periodo.

- La democracia inteligente, es en principio una democracia efectiva, estable y en gran parte, jurídicamente preventiva.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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