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9.04.2017

DESARROLLO HUMANO Y CLIMA: AMBIENTALISMO Y DETERMINISMO CULTURAL

HUMAN DEVELOPMENT AND CLIMATE: ENVIRONMENTALISM AND CULTURAL DETERMINISM

AUTOR: ROMULO GUSTAVO RUIZ DE CASTILLA
cronicasglobales.blogspot.com
email:gusruizd@gmail.com


Se puede reproducir citando autor y fuente


ABSTRACT
It has long been explained that the greatest economic, technical, social and cultural development was concentrated in geographic areas with a temperate climate. The environmentalist current in its classical formulation, that is, that body of ideas that establishes direct and causal links between the climate and the constitution of men, between geography, ethnicities and social organization, survived for centuries.

It is clear that the climatic factor in human development is important, but it does not seem to be a determining factor, even more so today that it is possible to coexist adequately with the natural environment and make it more bearable. With the idea of ​​climate change so ubiquitous, where human management of the environment will be inexcusably common and frequent, a humanity that imposes itself on natural elements with surprising and extraordinary technical means, with novel methods of energy and new forms of environmental management, should obligatorily to develop the individual and collective capacity to fulfill elementary norms and respect an order, with the goal not only of welfare and prosperity, but of human survival itself.

RESUMEN
Varias teorías empiristas explicaban que el mayor desarrollo económico, científico y cultural, se concentraba en las zonas geográficas de clima templado de la tierra, más tarde al factor ambiental se adicionaron elementos económicos, políticos y religiosos.

Es evidente que el factor climático en el desarrollo humano, es importante, pero no determinante, más aún hoy día que es posible convivir adecuadamente con el medio natural y hacerlo más soportable.

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    Desde hace mucho se explicaba que el mayor desarrollo económico, técnico, social y cultural, se concentraba en las zonas geográficas de clima templado de la tierra. Teóricos como Buffon, Rousseau y Montesquieu sostenían que el hombre era reflejo del ambiente en el que vivía. A su vez, Voltaire en su Dictionnaire Philosophique (1764), establece que el clima tiene influencia en la sociedad, "pero el gobierno cien veces más, y la religión unida al gobierno más todavía". (Urteaga, 1993)

    La corriente ambientalista en su formulación clásica, es decir aquel cuerpo de ideas que establece nexos directos y causales entre el clima y la constitución de los hombres, entre la geografía, las etnias y la organización social, sobrevivió por siglos. A lo largo del siglo XIX y primera mitad del XX las teorías climáticas y empiristas y su fatalismo hacia las zonas geográficas cálidas, fueron paulatinamente modificadas y reelaboradas. Al factor ambiental se adicionaron elementos sociales, religiosos y políticos; por ejemplo, Max Weber, estableció la hipotética relación de la ética protestante y el espíritu del capitalismo, que finalmente los hechos, con el contraejemplo de la China, volvieron anacrónica y desfasada. Ahora, en tiempos en los cuales se habla tanto y mucho se discute sobre del cambio climático, estas teorías categóricas y hasta hace poco casi irrefutables, generan susceptibilidad y oposición. (Urteaga, 1993)

    Ciertamente los climas templados del sur y del norte entre las latitudes de 35 a 60 grados parece que son las zonas geográficas que coincidentemente poseían los mayores valores de desarrollo o progreso humano. En esos parámetros se incluye a Europa, Australia y Nueva Zelanda, Argentina o Chile, hasta la latitud de 60 grados, mientras en Africa, el país más próspero es el único con clima templado: Sudáfrica. Más cerca a los polos con algunas pocas excepciones que confirmarían la regla, esas características se debilitan a causa de las condiciones extremas; Groenlandia, Norte de Escandinavia, Alaska, Manchuria, Patagonia y Siberia no son ni han sido los líderes del desarrollo, civilización o la tecnología.

    El economista canadiense John Kenneth Galbraith sostuvo que “si marcáramos una franja de tres mil kilómetros de ancho en torno a la Tierra a la altura del ecuador, no se vería en su interior ningún país desarrollado”. Esta característica fue conocida como Paradoja Ecuatorial, en referencia a que los países cercanos al Ecuador y ubicados en los trópicos tienen niveles de renta per cápita más bajos que los países de zonas templadas. (Vegas, 2017)

    En la antigüedad los pueblos más desarrollados: Persas, Indios, Medos, Egipcios, Mayas, Incas y Aztecas, fueron sociedades agrícolas, hoy en día ubicados en regiones tropicales o subtropicales, aunque es verdad en zonas interiores o montañosas con un ambiente más mitigado que las costas y que tuvieron su auge en tiempos en que el clima fue más frío que en la actualidad, con temperaturas más moderadas y con mayor humedad que las mostradas al presente, lo cual nos conduce al tema del cambio climático y la posibilidad de vida y prosperidad en el futuro.

    En una comunidad con estaciones definidas, es adecuado el acumular recursos para sobrevivir la estación de invierno, como cuenta Jared Diamond en su libro sobre la evolución de las civilizaciones, no obstante, esta misma acción en una comunidad tropical puede ser muy perjudicial, puesto que los alimentos se echan a perder con rapidez, son áreas más vulnerables a tormentas, inundaciones y sequías, las plagas y enfermedades contagiosas son más frecuentes y no es posible prever demasiado. La gente es menos productiva cuando vive en climas extremos cálidos o demasiado fríos y tiende a ser más previsora y productiva cuando el tiempo general es moderado y se alterna en estaciones bien marcadas.

    Está comprobado que el ser humano tiene una temperatura corporal de 36,5 grados lo cual significa un ambiente natural externo ideal de alrededor de 18 a 20 grados centígrados anuales. A mayores temperaturas la sangre se vuelve más líquida, lo cual se dice, favorece la alegría, la rapidez de emociones, pero desfavorece la reflexión y la concentración. Las temperaturas anuales frescas o medianamente frías o intercaladas de periodos fríos, hacen que la sangre sea ligeramente espesa y circule con más lentitud consiguiendo que el cerebro pueda trabajar con mayor equilibrio, lo cual beneficia la reflexión y la meditación, que son bases de la prosperidad.

    Ocurren también condiciones climáticas atípicas con aglomeraciones humanas económicamente florecientes respecto de sus áreas adyacentes, algunas de ellas son Bogotá en Colombia, Swakopmund en Namibia y Lima en el Perú, ubicadas en los trópicos, pero con climas moderados bajo la influencia de la altura o por frías corrientes marinas. Sobre esta última ciudad, Hipólito Unanue en 1806, en sus Observaciones sobre el clima de Lima y su influencia, sostenía que las reacciones anímicas y conductas se relacionan con las reacciones orgánicas frente a la naturaleza que le rodea, así consideraba a la atmósfera de esta ciudad como, “opaca, nebulosa y poco renovada”. Unanue sostiene que el clima de Lima, húmedo, tibio y sin fuertes variaciones de temperatura y un cielo cubierto buena parte del año, originaba que los nervios se mantuviesen más sensibles a los estímulos externos y el temperamento de sus ciudadanos sea estable, introspectivo y eventualmente indolente. (García B., 2005) (Unánue, 2017) (Galli, 2007)

    Ahora bien, los evidentes avances en refrigeración, calefacción y aire acondicionado, la agricultura tecnificada y mejores condiciones de ambiente, han modificado estos parámetros, pero decenas de años después. Por ello, algunos piensan que las zonas ecuatoriales y tropicales, tardaron más en alcanzar desarrollos y bienestar semejantes a los países de clima templado.  Los analistas calcularon que los países con tiempo frío y seco superaron el umbral del PIB de 2.000 dólares por persona en promedio, 27 años antes que los países cuyo clima es cálido y húmedo. (Vegas, 2017)

    Algunas teorías empiristas sostienen que los individuos que viven en climas templados, deben idear formas para conservar la energía por mayores periodos, consecuentemente desarrollan con mayor definición el sentido individual del trabajo y del deber, la previsión y la reflexión. Los seres humanos que viven en climas cálidos, constreñidos por el exceso de calor, transpiran mucho más, pierden energía física e intelectual y llegan así a conceptualizar el trabajo como una circunstancial contrariedad más que como una oportunidad de mejorar individual y colectivamente. (El nuevo diario, 2011)

    El análisis económico que las restricciones de adaptación fisiológica imponen a los comportamientos humanos, que Philip Parkeren denomina como Fisioeconomía, estudia la manera cómo las exigencias corporales establecen motivaciones y preferencias psicológicas que a su vez actúan como un cuadro para los comportamientos económicos. Así, en los países tropicales, el equilibrio homeostático se consigue con menores niveles de aportación calórica y exiguos valores de esfuerzo para vestirse y proveerse de vivienda. (Gonzalez, 2013) En los países fríos y templados, por el contrario, la homeostasis requiere niveles más elevados de consumo de alimentos, así como mayores niveles de esfuerzo para garantizar el vestido y alojamiento calientes. En consecuencia, la demanda de desarrollo material y económico es mucho mayor en climas templados que en los cálidos debido, en último término, a estas necesidades fisiológicas. Así, por ejemplo, existe diferencia en las calorías necesarias para mantener el cuerpo. Un adulto que consuma 1200 calorías por día en un país tropical está mejor física y psicológicamente que un adulto que consuma esas calorías en un país frío. (Gonzalez, 2013)

    Aunque no son resultados concluyentes, uno de los consecuentes del calor sobre el ser humano sería la mayor manifestación de la violencia, pues según estudios, las temperaturas elevadas acrecientan la cantidad de conflictos interpersonales, es decir discusiones entre amigos o familiares y en cierta medida los conflictos bélicos. Además, la cantidad de estos conflictos puede aumentar de forma proporcional a una alta temperatura y alta humedad por periodos largos. (Mendez, 2016)  La larga exposición al sol dispara los niveles de serotonina, una de las hormonas necesarias para provocar la noción y sensación de bienestar y cuya carencia es capaz de desencadenar depresiones serias. A manera de ejemplo se calcula que hasta un 60% de las migrañas pueden estar desencadenadas por los cambios de presión. El motivo es que el calor dilata venas y capilares, mientras que el frío las contrae, y esa alternancia puede desencadenar jaquecas en las personas propensas a ellas. (hola.com, 2012)

    En tiempos de decadencia del relativismo cultural, otro elemento de análisis a considerar es que los países que han logrado un acuerdo colectivo o consenso por el cual se acepta el trabajo en equipo, tendrían mayores posibilidades que aquellos que no han perfeccionado esa faceta, como lo señala el sociólogo Robert Putnam, sin eliminar el factor de la educación, el individualismo y el respeto por la propiedad privada, que en dosis adecuadas pueden también ser importantes. Algunos países tropicales, como decíamos, han alcanzado altos niveles de bienestar económico y social entre un cuarto de siglo y medio siglo después que los ubicados en climas templados. Esto explicaría las excepciones a la regla, como Singapur y Hong Kong que más bien poseen en un caso, clima ecuatorial y tropical en el otro.

    Es evidente que el factor climático en el desarrollo humano, es importante, pero no parece ya determinante, más aún hoy día que es posible convivir adecuadamente con el medio natural y hacerlo más soportable. Contradiciendo el título de Lawrence E. Harrison y su defensa del modelo weberiano-anglosajón de desarrollo, ahora en entredicho; el desarrollo está en la mente, si, pero no dentro de una zona climática o presente en un grupo humano en particular, sino en la mente y la mentalidad de la raza humana en general. (Harrison, 2000)

    Con la idea del cambio climático tan omnipresente, donde la administración humana del ambiente será inexcusablemente común y frecuente, una humanidad que se imponga sobre los elementos naturales con medios técnicos sorprendentes y extraordinarios, con métodos novedosos de energía y nuevas formas de manejo ambiental, deberá obligatoriamente desarrollar la capacidad individual y colectiva para cumplir elementales normas y respetar un orden, con la meta ya no solo del bienestar y la prosperidad, sino de la misma sobrevivencia humana.

BIBLIOGRAFÍA


-El nuevo diario. (29 de julio de 2011). Obtenido de http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/109105-clima-su-impacto-desarrollo-hombre/
-Galli, E. (5 de Noviembre de 2007). Depresión y clima. El Comercio, Lima.
-Garcia B., V. (julio de 2005). Obtenido de http://www.academia.edu/1495904/El_clima_de_Lima_y_sus_influencias_seg%C3%BAn_Hip%C3%B3lito_Unanue
-Gonzalez, J. (29 de agosto de 2013). Obtenido de http://www.unitedexplanations.org/2013/08/29/por-que-los-paises-frios-tienden-a-ser-mas-ricos-que-los-mas-calidos/
-Harrison, L. (2000). gedeon.org. Obtenido de http://gedeon.org.gt/es/blog/wp-content/uploads/2015/09/La-Cultura-Importa_L.Harrison.pdf
-hola.com. (24 de enero de 2012). Obtenido de http://www.hola.com/salud/2012012456626/estados-animo-salud-cambio-climatico/
-Mendez, R. (7 de mayo de 2016). Obtenido de http://omicrono.elespanol.com/2016/05/efectos-del-clima/
-Unánue, H. (2017). archive.org. Obtenido de http://www.archive.org/stream/observacionessob00unan#page/n235/mode/2up
-Urteaga, L. (noviembre de 1993). ub.edu. Obtenido de http://www.ub.edu/geocrit/geo99.htm
-Vegas, J. (15 de mayo de 2017). eltiempo.es. Obtenido de https://noticias.eltiempo.es/el-clima-detras-de-la-riqueza-de-los-paises-del-norte/