HUMAN DEVELOPMENT AND CLIMATE: ENVIRONMENTALISM AND CULTURAL DETERMINISM
AUTOR: ROMULO GUSTAVO RUIZ DE CASTILLA
cronicasglobales.blogspot.com
email:gusruizd@gmail.com
Se puede reproducir citando autor y fuente
ABSTRACT
It has long been explained that the greatest economic,
technical, social and cultural development was concentrated in geographic areas
with a temperate climate. The environmentalist current in its classical
formulation, that is, that body of ideas that establishes direct and causal
links between the climate and the constitution of men, between geography,
ethnicities and social organization, survived for centuries.
It is clear that the climatic factor in human development
is important, but it does not seem to be a determining factor, even more so
today that it is possible to coexist adequately with the natural environment
and make it more bearable. With the idea of climate change so ubiquitous,
where human management of the environment will be inexcusably common and
frequent, a humanity that imposes itself on natural elements with surprising
and extraordinary technical means, with novel methods of energy and new forms
of environmental management, should obligatorily to develop the individual and
collective capacity to fulfill elementary norms and respect an order, with the
goal not only of welfare and prosperity, but of human survival itself.
RESUMEN
Varias teorías empiristas explicaban que el mayor
desarrollo económico, científico y cultural, se concentraba en las zonas
geográficas de clima templado de la tierra, más tarde al factor ambiental se
adicionaron elementos económicos, políticos y religiosos.
Es evidente que el factor climático en el desarrollo
humano, es importante, pero no determinante, más aún hoy día que es posible
convivir adecuadamente con el medio natural y hacerlo más soportable.
----------------------------
Desde hace mucho se explicaba que el mayor desarrollo
económico, técnico, social y cultural, se concentraba en las zonas geográficas
de clima templado de la tierra. Teóricos como Buffon, Rousseau y Montesquieu sostenían
que el hombre era reflejo del ambiente en el que vivía. A su vez, Voltaire en
su Dictionnaire Philosophique (1764), establece que el clima tiene influencia en la sociedad, "pero el gobierno cien veces más, y la
religión unida al gobierno más todavía". (Urteaga, 1993)
La corriente ambientalista en su formulación clásica, es
decir aquel cuerpo de ideas que establece nexos directos y causales entre el
clima y la constitución de los hombres, entre la geografía, las etnias y la
organización social, sobrevivió por siglos. A lo largo del siglo XIX y primera
mitad del XX las teorías climáticas y empiristas y su fatalismo hacia las zonas
geográficas cálidas, fueron paulatinamente modificadas y reelaboradas. Al factor ambiental se adicionaron elementos sociales,
religiosos y políticos; por ejemplo, Max Weber, estableció la hipotética
relación de la ética protestante y el
espíritu del capitalismo, que finalmente los hechos, con el contraejemplo
de la China, volvieron anacrónica y desfasada. Ahora, en tiempos en los cuales
se habla tanto y mucho se discute sobre del cambio climático, estas teorías categóricas
y hasta hace poco casi irrefutables, generan susceptibilidad y oposición. (Urteaga,
1993)
Ciertamente los climas templados del sur y del norte entre
las latitudes de 35 a 60 grados parece que son las zonas geográficas que coincidentemente poseían los mayores valores de
desarrollo o progreso humano. En esos parámetros se incluye a Europa, Australia
y Nueva Zelanda, Argentina o Chile, hasta la latitud de 60 grados, mientras en
Africa, el país más próspero es el único con clima templado: Sudáfrica. Más
cerca a los polos con algunas pocas excepciones que confirmarían la regla, esas
características se debilitan a causa de las condiciones extremas; Groenlandia, Norte
de Escandinavia, Alaska, Manchuria, Patagonia y Siberia no son ni han sido los
líderes del desarrollo, civilización o la tecnología.
El economista canadiense John Kenneth Galbraith sostuvo que
“si marcáramos una franja de tres mil kilómetros de ancho en torno a la Tierra
a la altura del ecuador, no se vería en su interior ningún país desarrollado”.
Esta característica fue conocida como Paradoja
Ecuatorial, en referencia a que los países cercanos al Ecuador y ubicados
en los trópicos tienen niveles de renta per
cápita más bajos que los países de zonas templadas. (Vegas, 2017)
En la antigüedad los pueblos más desarrollados: Persas, Indios,
Medos, Egipcios, Mayas, Incas y Aztecas, fueron sociedades agrícolas, hoy en
día ubicados en regiones tropicales o subtropicales, aunque es verdad en zonas interiores
o montañosas con un ambiente más mitigado que las costas y que tuvieron su auge en
tiempos en que el clima fue más frío que en la actualidad, con temperaturas más
moderadas y con mayor humedad que las mostradas al presente, lo cual nos conduce al tema del cambio climático y la posibilidad de vida y prosperidad en el
futuro.
En una comunidad con estaciones definidas, es adecuado el
acumular recursos para sobrevivir la estación de invierno, como cuenta Jared
Diamond en su libro sobre la evolución de las civilizaciones, no obstante, esta
misma acción en una comunidad tropical puede ser muy perjudicial, puesto que
los alimentos se echan a perder con rapidez, son áreas más vulnerables a tormentas,
inundaciones y sequías, las plagas y enfermedades contagiosas son más
frecuentes y no es posible prever demasiado. La gente es menos productiva
cuando vive en climas extremos cálidos o demasiado fríos y tiende a ser más
previsora y productiva cuando el tiempo general es moderado y se alterna en
estaciones bien marcadas.
Está comprobado que el ser humano tiene una temperatura
corporal de 36,5 grados lo cual significa un ambiente natural externo ideal de
alrededor de 18 a 20 grados centígrados anuales. A mayores temperaturas la
sangre se vuelve más líquida, lo cual se dice, favorece la alegría, la rapidez
de emociones, pero desfavorece la reflexión y la concentración. Las
temperaturas anuales frescas o medianamente frías o intercaladas de periodos
fríos, hacen que la sangre sea ligeramente espesa y circule con más lentitud consiguiendo
que el cerebro pueda trabajar con mayor equilibrio, lo cual beneficia la
reflexión y la meditación, que son bases de la prosperidad.
Ocurren también condiciones climáticas atípicas con
aglomeraciones humanas económicamente florecientes respecto de sus áreas
adyacentes, algunas de ellas son Bogotá en Colombia, Swakopmund en Namibia y
Lima en el Perú, ubicadas en los trópicos, pero con climas moderados bajo la
influencia de la altura o por frías corrientes marinas. Sobre esta última ciudad, Hipólito Unanue en 1806, en sus Observaciones
sobre el clima de Lima y su influencia, sostenía que las reacciones
anímicas y conductas se relacionan con las reacciones orgánicas frente a la
naturaleza que le rodea, así consideraba a la atmósfera de esta ciudad como,
“opaca, nebulosa y poco renovada”. Unanue sostiene que el clima de Lima, húmedo,
tibio y sin fuertes variaciones de temperatura y un cielo cubierto buena parte
del año, originaba que los nervios se mantuviesen más sensibles a los estímulos
externos y el temperamento de sus ciudadanos sea estable, introspectivo y eventualmente
indolente. (García B., 2005) (Unánue, 2017) (Galli, 2007)
Ahora bien, los evidentes avances en refrigeración,
calefacción y aire acondicionado, la agricultura tecnificada y mejores
condiciones de ambiente, han modificado estos parámetros, pero decenas de años
después. Por ello, algunos piensan que las zonas ecuatoriales y tropicales,
tardaron más en alcanzar desarrollos y bienestar semejantes a los países de
clima templado. Los analistas calcularon que los países con tiempo frío y seco superaron
el umbral del PIB de 2.000 dólares por persona en promedio, 27 años antes que
los países cuyo clima es cálido y húmedo. (Vegas, 2017)
Algunas teorías empiristas sostienen que los individuos que
viven en climas templados, deben idear formas para conservar la energía por
mayores periodos, consecuentemente desarrollan con mayor definición el sentido individual
del trabajo y del deber, la previsión y la reflexión. Los seres humanos que
viven en climas cálidos, constreñidos por el exceso de calor, transpiran mucho
más, pierden energía física e intelectual y llegan así a conceptualizar el
trabajo como una circunstancial contrariedad más que como una oportunidad de
mejorar individual y colectivamente. (El nuevo diario, 2011)
El análisis económico que las
restricciones de adaptación fisiológica imponen a los comportamientos humanos, que Philip Parkeren denomina como Fisioeconomía, estudia la manera cómo las exigencias corporales
establecen motivaciones y preferencias psicológicas que a su vez actúan como un
cuadro para los comportamientos económicos. Así, en los países tropicales, el
equilibrio homeostático se consigue con menores niveles de aportación calórica
y exiguos valores de esfuerzo para vestirse y proveerse de vivienda. (Gonzalez,
2013)
En los países fríos y templados, por el contrario, la homeostasis requiere niveles más elevados de
consumo de alimentos, así como mayores niveles de esfuerzo para garantizar el
vestido y alojamiento calientes. En consecuencia, la demanda de
desarrollo material y económico es mucho mayor en climas templados que en los
cálidos debido, en último término, a estas necesidades fisiológicas. Así, por
ejemplo, existe diferencia en las
calorías necesarias para mantener el cuerpo. Un adulto que consuma 1200
calorías por día en un país tropical está mejor física y psicológicamente que
un adulto que consuma esas calorías en un país frío. (Gonzalez,
2013)
Aunque no son resultados concluyentes, uno de los
consecuentes del calor sobre el ser humano sería la mayor manifestación de la violencia,
pues según estudios, las temperaturas
elevadas acrecientan la cantidad de conflictos interpersonales, es decir
discusiones entre amigos o familiares y en cierta medida los conflictos
bélicos. Además, la cantidad de estos conflictos puede aumentar de forma
proporcional a una alta temperatura y alta humedad por periodos largos. (Mendez, 2016) La larga exposición al sol dispara los niveles
de serotonina, una de las hormonas necesarias para provocar la noción y
sensación de bienestar y cuya carencia es capaz de desencadenar depresiones
serias. A manera de ejemplo se calcula
que hasta un 60% de las migrañas pueden estar desencadenadas por los cambios de
presión. El motivo es que el calor dilata venas y capilares, mientras que el
frío las contrae, y esa alternancia puede desencadenar jaquecas en las personas
propensas a ellas. (hola.com, 2012)
En tiempos de decadencia del relativismo cultural, otro elemento de análisis a considerar es que
los países que han logrado un acuerdo colectivo o consenso por el cual se
acepta el trabajo en equipo, tendrían mayores posibilidades que aquellos que no
han perfeccionado esa faceta, como lo señala el sociólogo Robert Putnam, sin
eliminar el factor de la educación, el individualismo y el respeto por la
propiedad privada, que en dosis adecuadas pueden también ser importantes.
Algunos países tropicales, como decíamos, han alcanzado altos niveles de bienestar económico y
social entre un cuarto de siglo y medio siglo después que los ubicados en
climas templados. Esto explicaría las excepciones a la regla, como Singapur y Hong
Kong que más bien poseen en un caso, clima ecuatorial y tropical en el otro.
Es evidente que el factor climático en el desarrollo
humano, es importante, pero no parece ya determinante, más aún hoy día que es
posible convivir adecuadamente con el medio natural y hacerlo más soportable.
Contradiciendo el título de Lawrence E. Harrison y su defensa del modelo
weberiano-anglosajón de desarrollo, ahora en entredicho; el desarrollo está en la
mente, si, pero no dentro de una zona climática o presente en un grupo humano
en particular, sino en la mente y la mentalidad de la raza humana en general. (Harrison, 2000)
Con la idea del cambio climático tan omnipresente, donde la
administración humana del ambiente será inexcusablemente común y frecuente, una
humanidad que se imponga sobre los elementos naturales con medios técnicos
sorprendentes y extraordinarios, con métodos novedosos de energía y nuevas
formas de manejo ambiental, deberá obligatoriamente desarrollar la capacidad individual
y colectiva para cumplir elementales normas y respetar un orden, con la meta ya
no solo del bienestar y la prosperidad, sino de la misma sobrevivencia humana.
BIBLIOGRAFÍA
-El nuevo diario. (29 de julio de 2011). Obtenido de
http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/109105-clima-su-impacto-desarrollo-hombre/
-Galli, E. (5 de
Noviembre de 2007). Depresión y clima. El Comercio, Lima.
-Garcia B., V. (julio de
2005). Obtenido de
http://www.academia.edu/1495904/El_clima_de_Lima_y_sus_influencias_seg%C3%BAn_Hip%C3%B3lito_Unanue
-Gonzalez, J. (29 de
agosto de 2013). Obtenido de http://www.unitedexplanations.org/2013/08/29/por-que-los-paises-frios-tienden-a-ser-mas-ricos-que-los-mas-calidos/
-Harrison, L. (2000). gedeon.org.
Obtenido de
http://gedeon.org.gt/es/blog/wp-content/uploads/2015/09/La-Cultura-Importa_L.Harrison.pdf
-hola.com. (24 de enero
de 2012). Obtenido de
http://www.hola.com/salud/2012012456626/estados-animo-salud-cambio-climatico/
-Mendez, R. (7 de mayo
de 2016). Obtenido de
http://omicrono.elespanol.com/2016/05/efectos-del-clima/
-Unánue, H. (2017). archive.org.
Obtenido de
http://www.archive.org/stream/observacionessob00unan#page/n235/mode/2up
-Urteaga, L. (noviembre
de 1993). ub.edu. Obtenido de http://www.ub.edu/geocrit/geo99.htm
-Vegas, J. (15 de mayo
de 2017). eltiempo.es. Obtenido de https://noticias.eltiempo.es/el-clima-detras-de-la-riqueza-de-los-paises-del-norte/