MUSIC AND FOOTBALL: A SURPRISING CONNECTION
AUTOR:
ROMULO GUSTAVO RUIZ DE CASTILLA
cronicasglobales.blogspot.com
email:gusruizd@gmail.com
ORCID: 0000-0002-0601-8864
ORCID: 0000-0002-0601-8864
Se puede reproducir citando autor y fuente
Para muchos, música y deporte
son elementos asociados e inseparables, mientras se realiza un trote, se
conduce una bicicleta, se realiza un ejercicio, o en el desarrollo de un
entrenamiento deportivo. Es que escuchar ciertas melodías provoca sensaciones
de bienestar e inspira distintas emociones. (Cepeda, 2013)
Es conocido el estudio de una
prestigiosa universidad, que en 2008 demostraba que el diámetro de los vasos
sanguíneos de un grupo de voluntarios aumentaba en una tercera parte, mientras
escuchaban su música favorita. Pero eso no es todo, otro estudio, sometió a
deportistas a un ejercicio cardiovascular intenso mientras escuchaban temas de rock
clásico. Una vez finalizada la sesión se comprobó que la mayoría de deportistas
habían mejorado su rendimiento en una importante proporción y que, además, se
encontraban más satisfechos y felices con el trabajo realizado. (Omicrono,
2016)
Se ha verificado que los
deportistas que practican actividades compuestas por ejercicios o movimientos
repetitivos, mejoran su rendimiento cuando estos se sincronizan con la música.
Según las investigaciones, la respuesta a este fenómeno parece estar en las señales
temporales producidas por la música, puesto que permiten que el deportista dosifique
su energía de una forma más eficiente. El uso de ritmos sincronizados con
ejercicios reiterativos, ayuda a mejorar la actividad física y mejora la
experiencia deportiva, haciendo que severos entrenamientos parezcan más divertidos.
(Cepeda, 2013) (Omicrono, 2016)
En ese sentido, hablamos de
activación, nos referimos a la energía psicofisiológica, que nos dispone a
actuar en determinado momento y tarea. De esa manera, la música mejora la
activación fisiológica y emocional, la cual se puede utilizar en entrenamiento en
deportes de alta competencia y en deportes de equipo como el fútbol o el volley, a manera de un saludable inspirador
o natural estimulante, del mismo modo que un dispositivo para calmar
sensaciones de intranquilidad o preocupación. (Cepeda, 2013) (Omicrono,
2016)
Diversas investigaciones
señalan que la sincronización de la música con el deporte permite realizar
tareas con mayor efectividad dando lugar a una mayor resistencia en actividades
desgastantes de energía como el fútbol. Y es que la música proporciona
indicaciones temporales que tienen el potencial de hacer que el uso de la
energía de los deportistas sea más eficiente. (Cepeda, 2013)
La música manifiesta también
formas de ritmo corporal y varias expresiones de la locomoción humana. Es
energía, animación, dinamismo, las melodías son paradigmáticas escaleras ascendientes
y descendientes, y las notas los pasos a recorrer. En consecuencia, la música
puede transportar el organismo humano a través de patrones de movimiento eficaces, el
cuerpo proporciona una analogía visual del sonido que es fundamental en el
fútbol. Además, promueve que el ambiente de aprendizaje sea más divertido, aumenta
la motivación y cuando logra sintonía con la tarea realizada, consigue entender
que en ese preciso momento, uno es fuerte y capaz de controlar su destino y mantener
el objetivo del proceso y de la realización de la tarea. (Cepeda, 2013)
Algunos especialistas consideran
que la música es como el fútbol o el fútbol es como la música: primero se
practica, se ejecuta, se ensaya, se desarrolla con cierta liberalidad y luego
casi deductivamente, se aprende y asimila las reglas y todo lo demás. Una
sencilla inferencia que sin embargo no es muy conocida o difundida, aún cuando
no son extrañas las numerosas canciones y melodías dedicadas al fútbol, ciertamente
desde las tribunas y desde los aficionados, más que desde el mismo deporte.
No es difícil imaginar a un
equipo brasilero moviéndose al ritmo de una samba
o la selección alemana con el alegre compás de una tradicional Polka, tampoco sería difícil pensar en un equipo de fútbol peruano
con el rítmico fondo musical de un tema andino o afroperuano, y es que, inconscientemente la música y el ritmo parecen sonar y repercutir espontáneamente
en la mente de cada uno de ellos, mientras se desplazan y movilizan el balón.
Curioso es que la música
aprendida en la infancia y juventud permanece en la mente como factor adicionado
a todos los demás elementos aprendidos y evocados, sino pensemos en cuantos
recuerdos se asocian a la música y a las comidas. El ritmo y la actividad
física, el fútbol y la música, se establecen complementarios y muchas veces inseparables.
Una adecuada correspondencia, una conexión organizada entre ambos en la enseñanza
futbolística temprana de los niños y en el plano deportivo de competición, no
sería errónea idea ni una pérdida de tiempo y energías, puesto que como vemos, es
una asociación intrínseca, característica y subconsciente.
No es pues aventurado pensar
en una educación deportiva de competición a la par que la musical, en muchos casos, en la
misma escuela tradicional, integrada en el plan de estudios, de manera que los
deportes y en el particular caso del fútbol, se desarrolle en forma disciplinada,
ordenada, con estrategias, usos, conductas, hábitos y automatismos estudiados
desde temprano, con la ayuda y el soporte de la música.
-----------------------
Referencias bibliográficas
Cepeda, V. (6 de agosto de 2013). Obtenido de http://psicodeporteyrendimientooptimo.blogspot.com/2013/08/efectos-de-la-musica-en-el-deporte-y-el.html
Omicrono. (1 de agosto
de 2016). Obtenido de
https://omicrono.elespanol.com/2016/08/musica-y-rendimiento-deportivo/
No hay comentarios:
Publicar un comentario